«Creemos que el mundo de datos en el que estamos inmersos no se corresponde con la intuición o “lo que conozco” de mi negocio porque siempre ha sido así, y no dedicamos recursos, tiempo y esfuerzo a revisar lo que estamos haciendo.»
Hace ya casi treinta años se discute y comenta en charlas en ambientes académicos, en conversaciones con líderes y colegas, que lo único que sabemos es que todo cambia. Esta evidencia surge por las sucesivas crisis que tanto local como regional y globalmente se han tenido que enfrentar.
Pero será, que estaremos viviendo un cambio y de ahora en adelante las crisis serán mas seguidas ? Será que tendremos que dejar de lado la discusión de si son crisis que perduran, cisnes negros, o en definitiva cambios de paradigmas ?.Y desde esta perspectiva, como nos preparamos para administrar nuestros negocios?
Es así, que volviendo a las bases, nos permitiría entender sobre que puntos debemos focalizar y construir, encontrando, en un continuo, diferentes niveles de acción y reacción.
En esta época de sucesivos cambios cada uno debe ser líder de su propia gestión. El compromiso y el empowerment serán piezas claves de como los equipos de trabajo deberán ser gestionados, donde todos los participantes, independientemente de su jerarquía dedicarán esfuerzos por igual.
La colaboración mutua dentro de la empresa, entre los equipos de trabaja internos y entre áreas, sumado a una vinculación fluida con el ecosistema, potenciarán las posibilidades de concreción de las iniciativas seleccionadas.
La realidad lo demanda y, de esta manera, el saber comunicar, delegar y coordinar serán bases fundamentales para contar con equipos cuya dinámica sea tal que podamos discutir y trabajar sobre diversos temas a la vez.
Sin duda que los equipos tendrán que ser más profesionales, donde la tecnología será una herramienta que viene a colaborar para esto, sobre la que se deberá dominar su uso.
A su vez, deberemos poner a prueba nuestra capacidad para aprender, de lo que hicimos y lo que no hicimos previamente, como reaccionamos y finalmente, poner en marcha nuestra capacidad de planificación y coordinación para preparamos para el próximo paso.
Por otro lado, lo relevante será, manteniendo la compañía en operación, no perder las bases, sea cual sea el tamaño del negocio, poner una mirada sobre el punto de equilibrio, tanto de resultados como de caja, será un parámetro a tener en cuenta.
La mirada hacia el mercado y a la necesidad y el dolor del cliente, será una realidad cada vez más cierta y a su vez dinámica, tendremos conocimiento de mucha información o datos, los que, con capacidad de procesamiento, nos permitirán direccionar los esfuerzos con mayor precisión.
A su vez, contar con una estructura de costos ágiles y flexibles, además de innovar, solamente desde la simple acepción que innovar es implementar una modificación en un proceso existente, requerirán, para su puesta en funcionamiento, romper nuestros modelos mentales.
Luego, no podemos perder de vista la situación de nuestra hoja de balance, no solamente desde un punto de vista financiero, sino desde la mirada profunda de la performance de cada una de sus variables.
Finalmente, nuestra definición de misión, visión y valores deberán ser inmutables, y así ser rectores de nuestro accionar.
Transitar estos pasos será crítico para lograr ser eficiente y eficaces en las decisiones que tomemos, sino habrá un desalineamiento respecto, no solo de lo planificado, sino de la realidad misma. Así, los últimos pasos serán los primeros de la etapa que sigue, siendo que deberemos reflexionar en continuo, para lograr adaptarnos a esta realidad cambiante.